Tener un arma de fuego: es bueno

publicado 19/11/2004, Última modificación 26/06/2013
¿Por qué querrías portar un arma, si todos los días se ventilan estadísticas y casos que demuestran que las armas de fuego son malas?

Esta es una pregunta parafraseada que me hizo un amigo el otro día.  Claro, me dieron ganas de decirle "¡tarado!", pero preferí responderle con más de una palabra, en forma educada y respetuosa, con lo cual la conversación tuvo frutos positivos - este artículo.

¿Malas o peligrosas?

Las armas de fuego no son malas - le dije. Sí, claro que son peligrosas, no cabe duda.  Cualquier instrumento que permita a una persona asesinar a otra con poco esfuerzo es, por definición, peligroso.  Pero confundir peligroso con malo es un penoso error mental.  La electricidad, los automóviles y los cuchillos son peligrosos, pero no los prohibimos.  Licenciamos a los conductores, y mantenemos los tomacorrientes tapados y los cuchillos guardados cuando hay niños en casa, ¿no?

En retrospectiva, tengo que decir que menosprecié su pobre raciocinio pero, con toda franqueza, me vale.  Parece que no lo notó, porque después me dijo que:

  • Como podía ser posible que los delincuentes puedan conseguir armas muy fácilmente
  • Todos los días hay niños que mueren por jugar con pistolas.
  • Hay niños que matan a otros niños.

por lo cual lo lógico sería que se prohíban las armas de fuego.  A todo esto respondí que:

  • Aparentemente él ignoraba que, en el Ecuador, ya está prohibido portar un arma, para lo cual se necesita un permiso especial, y que (aún peor), sin necesidad de tener el permiso, conseguir una recortada en la bahía es cuestión de pagar $50.
  • Los niños que mueren por jugar con pistolas son hijos de tarados que aparentemente no han hecho conciencia de lo peligrosa que puede ser un arma, e irresponsablemente dejaron las armas al alcance de los niños. Gastar mi tiempo pensando en estúpidos me duele. 
    Además estos comprenden menos del 0.1% de las víctimas relacionadas con armas - qué pena por sus padres, pero (por la tasa de incidencia) es como preocuparse por las muertes relacionadas con encendedores defectuosos que explotan.
  • Los niños que matan a otros niños (junto con los asesinos, los violadores y los secuestradores) son un síntoma de un problema mucho mayor en nuestra sociedad, que definitivamente no se solucionará erradicando la existencia de las armas de fuego, porque quien quiere matar, violar o secuestrar no necesita un arma.

Razones (erradas) para erradicar las armas

Claro, la errada forma de pensar de mi amigo proviene de varias falsedades populares:

  1. Que si uno porta un arma, lo más probable es que lo maten a uno con esa arma
  2. Que las armas de fuego transforman al poseedor en una persona peligrosa
  3. Que los poseedores de armas son unos desequilibrados mentales y gente peligrosa (esta falsedad es un corolario de la anterior)
  4. Que prohibir la venta y la fabricación de armas hará que desaparezcan
  5. Que al no existir armas de fuego, todos estaremos más seguros porque habrán menos crímenes (corolario, de nuevo, de la falsedad anterior)

Yo le pregunto a cualquiera que piense en al menos una de estas razones: ¿qué prueba tienen de que sea cierto?  Digo prueba, no noticias en la televisión ni resúmenes de estadísticas.  ¿Te has sentado a pensar y validar realmente, cada una de estas razones? Te invito a desarmar estas falsedades una por una en orden inverso, con una interesante mezcla de lógica matemática, dialéctica, hipótesis y números.

Por qué estas razones están erradas

( Prohibir armas -> menos delincuentes armados -> menos delitos ) -> Falso

Imagina un mundo sin armas de fuego.  ¿Habría menos injusticia?  Definitivamente no, porque cualquier delincuente siempre escogerá lo mejor disponible para cometer su fechoría.  El mercado garantiza la disponibilidad de los artículos en demanda.  Recordemos que el crimen es tan antiguo como la prostitución (o tal vez más, aunque la definición de crimen y la legislación asociada es relativamente moderna).  Es más, cualquiera que recuerde sus clases de historia de colegio podrá comparar fácilmente las condiciones de vida de la edad antigua versus la seguridad y comodidad del siglo 21.

Ahora imagina que se prohíbe terminantemente la posesión o comercialización de armas de fuego.  ¿Imaginado?  Listo.  En este momento, por favor consulta las estadísticas de crímenes con armas de fuego per cápita en 1997 y en 2003 de Inglaterra, donde las armas se prohibieron hace 4 años.  ¿Notas algo?  Ya, los crímenes con armas de fuego per cápita se duplicaron entre esas fechas.

Esto es por la elemental razón de que prohibir las armas sólo logra que los ciudadanos obedientes de la ley no puedan tenerlas, mientras que los delincuentes las consiguen de todas formas, y se les hace más fácil atacar a sus víctimas ya que es muy poco probable que tengan cómo defenderse (no teniendo armas de fuego, ¿cómo?).

( Poseer un arma -> convertirse en una persona malvada ) -> Falso

En cuanto a las falsedades 2 y 3, sólo puedo sugerir que consigas un arma o un amigo que te preste una, y vayas a un polígono de tiro para probar tus habilidades, tras lo cual te sometas a un profundo autoanálisis para verificar si no te has convertido en un delincuente o monstruo.  

( Poseer un arma -> morir por ella ) -> Falso

Finalmente, la falsedad 1 está totalmente contradicha por las cifras: una persona armada víctima de un crimen violento tiene una probabilidad de 50% a 70% menor de salir herida o muerta que una persona desarmada.  Si acaso (uno tiene muy, muy mala suerte), un delincuente armado te disparará con su arma, pero será muy improbable que el delincuente se tome la molestia de desarmarte para después dispararte con tu propia arma.  Y esto podría pasar sólo si es que no huye al notar que estás armado: para un delincuente es obviamente más seguro y fácil escoger a una víctima desarmada, lo cual es lo más probable.

El motivo oculto tras el desarme civil

Afrontémoslo: disparar un arma requiere de tesón y convicción, cualidades que pocas personas tienen en este mundo moderno de televisión, Internet y tranquilizadora pero inefectiva policía.  Todo el mundo vive en su "zona de confort" y prefiere no pensar en que les llegará (estadísticamente cierto) el día en que alguien se les acerque con un cuchillo y les pida (no muy amablemente) su celular, zapatos o virginidad.

Es muy cómodo no tener que pensar en estas realidades, imaginándose que las cosas malas sólo les pasan a los demás, o engañarse a uno mismo diciéndose que en el momento de la verdad pasará un policía, o un ángel guardián, o un supermán.  Como corolario, es más fácil ponerse a pensar "qué bueno sería vivir en un mundo donde no pudieran atacarme con un arma" y a este pensamiento le sigue "desarmemos a la gente y dejemos que sólo los policías tengan armas".  Este pensamiento es de cobardes, muy populares en esta época, quienes buscan contagiar a los demás de su propios miedos y prejuicios.

Culpar a las armas (o a los juegos de video, o a la televisión, o a la pornografía) es una salida facilista que está coadyuvando al deterioro de la sociedad, y es un error gravísimo de raciocinio y lógica alimentado por el miedo perpetuo en que la gente vive sumida.

La realidad de la delincuencia en la sociedad: conclusiones

Las armas no son malas - es el propósito del portador lo que decide qué sucederá.  Es verdad que la mayor parte de crímenes se ejecutan con armas de fuego, pero no porque las armas sean malas, sino porque son muy buenas para intimidar. Y por la misma razón también son muy buenas para intimidar a los delincuentes y evitar crímenes. De hecho, más personas inocentes salvan sus vidas con sus armas de las que mueren por ellas, aunque la prensa o la televisión no lo muestren todos los días (porque esas noticias no venden).

Jamás será posible desarmar a los delincuentes, y esto es una realidad con milenios de vigencia.  Tampoco es o será factible poner un policía para cada ciudadano o lograr protección privada para todos en todo momento. Lo mejor es estar preparado mental y físicamente para, en el momento de la verdad, hacer uso responsable de aquel recurso insuperable: la defensa del plomo.  Y el momento de la verdad no es "defenderse" del tipo que se te cerró en su carro, o "limpiar tu nombre" con el que insultó a tu madre mientras estaba borracho, o incluso "vengar a tu familia" con el tipo que violó a tu hermana.  No, las armas no son para esas ocasiones.  Son para cuando sabes que si tuvieras un arma, no perderías tu billetera, carro, esposa o vida.

Y si tienes hijos: sé un buen padre, para que crezcan como seres de bien y no anden asesinando gente por ahí.  Mantén las armas lejos de ellos hasta que tengan edad para aprender a usarlas y les pierdan el miedo.

Por lo pronto, la delincuencia, la locura adolescente y la maldad de la gente son harina de otro costal, que trataré en un artículo separado.

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