Sobre la consulta popular
Mañana tenemos que ir a votar. Estos son mis pensamientos al respecto.
Bueno, ya sabemos que la consulta es para decidir si se arma o no se arma una Asamblea con el poder de reformar la Constitución del Ecuador (lo que se conoce como Constituyente).
¿Que qué pienso sobre la consulta? Esto es lo que yo pienso:
- Votar en la consulta popular no debería ser obligatorio. Miles de personas irán mañana y, como yo, anularán la papeleta. Es estúpido que el Gobierno nos joda a nosotros con una pregunta que no nos interesa responder.
- Una persona no debería ser igual a un voto. Hay demasiada gente demasiado estúpida para decidir sobre un tema tan importante. Los votos de la gente desinformada, estúpida o convencida por mensajes de terror o "promesas de oro y moro" transmitidos por los medios de comunicación, deberían pesar mucho menos.
- Los asuntos a tratarse en la consulta son demasiado complejos como para tratarse en volantes y sound bytes. La ignorancia colectiva es muy grande, y todo lo que el ciudadano promedio recibe bajo la guisa de "información" es slogans y predicciones catastróficas o utópicas.
- Los paranoicos que publicitan el no están equivocados. Esta sería (¿me equivoco?) la Asamblea Constituyente #20 en la historia del Ecuador, y en las anteriores 19 jamás hubo desastre. ¿Algún fanático del no sería tan amable de demostrar con evidencias por qué habría de ser diferente esta vez?
- Si se cumple lo que los proponentes de la consulta prometen, el País estará mucho mejor. Para mí, lo mejor que podría salir de la Asamblea sería la despolitización de la justicia. Porque no cabe que los poderes políticos (por naturaleza sesgados) decidan sobre los poderes judiciales (que por naturaleza deben ser imparciales). ¿Como lo lograrían? Pues eso está por verse, pero a mí no me molestaría que los jueces sean decididos por voto popular siempre y cuando sea sin ningún tipo de afiliación política.
Sí, creo que eso resume lo que he pensado. Mañana yo voy a votar nulo, porque yo, cual Poncio Pilatos, me lavo las manos sobre el destino del País -- prefiero influenciarlo a través de la iniciativa privada.