Mi proceso electoral
Odio votar. No porque sea una persona anticívica -- creo que los más de cien artículos que he escrito aquí sobre cívica, política y derechos, son prueba fehaciente de que me gusta participar en la política (hey, aquí entiéndase por política "el arte de vivir en sociedad"). Lo odio porque votar en este país es un desastre asqueroso y obligatorio. En todo caso, voy a contarles un poco sobre mi proceso electoral del día Domingo:
13:00: Levantarme.
14:00: Rodar en mi vehículo a comprar la comida para mi papá. ¡El gil de goma cayó en mesa!
14:50: Llegar a la mesa. Cincuenta putos minutos en un calor infernal de mierda. Parece que el sol tasa cuando es día de elecciones (o kermesse), dice para sus adentros bien, ahora los cago, ¡jaja!
, y asoma con toda su potencia.
14:55: Terminé de votar. Obviamente no me demoré mucho, porque dibujé los siguientes pictogramas en las papeletas:
- Diputados: :-)
- Concejales: :-(
- Un papelucho X que no recuerdo: :-*
- Presidente: 8====D. Para los que no entendieron este dibujito, en esta página hay una foto con una papeleta que tiene un dibujo igualito al mío.
15:55: Salí del mierdero que era esa calle donde me tocó votar, y llegué a McDonalds.
¿Por qué cuernos dicen que votar es un derecho, si es una obligación? Por definición, si algo es obligado, no es un derecho.
Ah, por cierto, el autor de este artículo dice que:
Pero obvio, primero vemos a Ronald Mc Donald fumando un tabaco, antes que una reforma favorable al pais que acabe con esta maldicion de 176 años de "Vida Republicana"
¡Caramba, qué coincidencia! Mañana le tomo una foto a un chancho celeste que vuela.
Quiero que quede claro que fui yo el que tomó esa foto, y que incidentalmente sucedió aproximadamente a las 16h00 del día Domingo de elecciones. He ahí donde radica la ironía.