Hoy atropellé a un niño
Hoy atropellé a un niño. La verdad fue muy gracioso y les voy a contar por qué. Sigue leyendo para enterarte:
Iba todo tranquilo en Víctor Emilio Estrada, y cuando cruzo Higueras, alcanzo a ver a mi derecha (nótese que iba por el carril derecho) a un enano en su bicicleta. Tendría unos 13 añitos. En fin, iba tipo 30, 35 km/h. Y el enano se me cruzó, sin ver!!! sin nada!!! así como que la calle estuviera vacía completamente! Yo alcanzo a frenar pero no completamente y lo arrollo con la llanta izquierda delantera. Cómico, pito, el pelado mira para atrás y recién emprende la pedaleada rápida, pero ya era muy tarde; mientras él me veía, iba cayendo al suelo de oreja y yo me iba trepando por la llanta trasera de su bici.
En fin. Me detengo, me apeo y le pregunto cómo está (no le di ni chance a que reclame, ya que era culpa del man, pero si reclamaba, segurito que los transeúntes me caían a palos). Se levanta (de debajo del carro) y me dice que bien - el muy canalla no tenía ni un rasmillón en las rodillas! Lo ayudo a levantarse y sacar su bicicleta (todo el tráfico estaba detenido por mi carro en media calle) y le doy unos dolaritos para que parche su llanta (desinflada por el peso de la mía, jojo).
Le dije lo que siempre digo con respecto al ciclismo citadino: manejen por la derecha, miren para atrás antes de hacer una maniobra y no se crucen a los carros - siempre con los ojos bien abiertos, que un automóvil es una máquina asesina sobre ruedas.