Asencio
De la boca de mi pana Petué, cuando estaba en la Católica, tenía una compañera feísima, a la que le decían Asencio. Una vez llegó a su casa, y:
— Papá, en la universidad me dicen Asencio...
— a ver, ven acá;... Oye, ¡la plena que te pareces!
Un poco mal aspecto, ¿eh?