El padre Paulino Toral, los condones y el SIDA
Una persona está obligada, en discurso público, a hacer honor a la verdad, a ser fiel a la realidad verificable por todos. Una agenda jamás puede pretender redefinir la verdadera y objetiva moral. El verdadero racionalista no se aferra ni salta a conclusiones, sino a principios y observaciones.
Después de haber leído las contestaciones de mi amigo José Zurita y del famoso caricaturista Bonil a la carta de Paulino Toral, voy a responder a ella:
Muy estimado Bonil: Le admiro como humorista; no me da empacho decirlo. Le escribo con la autoridad que me proporciona ser un sacerdote que visita todas las mañanas de todos los viernes a los pacientes de VIH-sida en el Hospital de Infectología. Voy siempre con un equipo de voluntarios y voluntarias de la Casa de la Vida. No sólo le escribo como un apóstol de mis enfermos, sino como simple hombre culto (soy abogado y sacerdote, con 10 años de estudios en tres universidades españolas). Estoy completamente en contacto con todo lo que sucede. Me muevo en el Internet como un pez en el agua. Le digo esto, porque a veces la gente piensa que los curas vivimos en otro planeta.
¡Excelente! Apruebo la obra paliativa y las capacidades internáuticas de Ud.
He visto el chiste de hoy sobre el Papa y el criterio de la Iglesia Católica sobre la ineficacia del preservativo para combatir el sida. Estimado Bonil: El Papa puede decir que dos por dos son cuatro. Pero esta verdad no deja de ser una verdad científica, sino que sigue siendo una verdad matemática, aunque la afirme un religioso.
Correcto. Verdad significa fidelidad a la realidad. No porque la verdad la diga Adolf Hitler, deja de ser verdad. Pero Bonil en ningún momento utilizó un argumento ad hominem. El problema es que, a lo largo de la historia, los personajes religiosos han demostrado consistentemente una tendencia a predicar no la verdad, sino lo que les conviene. Pero de acuerdo con usted, lo que dice el Papa debe evaluarse por sus méritos y no por la autoridad que le queda.
Dejemos aparte – sólo por método, para poder dirigirme a usted, con total independencia de sus creencias: no sé nada de su religión, ni siquiera sé si cree en Dios o no… da lo mismo para el caso - los motivos morales por los cuales la Iglesia católica se opone al uso del preservativo para combatir la pendemia del sida.
Me permito interjerir aquí que yo no creo en ningún mito. Dicho esto...
La iglesia católica se opone al uso del condón usando argumentos morales -- específicamente las teorías morales que rezan "tener sexo fuera del matrimonio es immoral" y "usar anticoncepción es immoral". Estas teorías morales son teorías morales inválidas -- como cualquiera que sepa filosofía y haya aprendido Universally Preferable Behaviors es capaz de determinar con la aplicación del framework racional.
Esto, por supuesto, de ningún modo significa que tener sexo indiscriminadamente es moral -- no todo acto tiene que ser necesariamente moral o inmoral, ejemplos al punto: tomar helado, reparar un auto, saludar de la mano a un amigo. La violación es inmoral -- el sexo con consentimiento es simplemente moralmente indiferente y nada más.
El Papa ha afirmado algo que es puramente científico: el uso del preservativo, lejos de impedir la propagación del sida, en definitiva, la acrecienta y aumenta.
No, el Papa ha mentido (nada nuevo allí). El consenso de todos los biólogos, físicos y médicos es que el uso apropiado del preservativo detiene o disminuye dramáticamente la propagación del SIDA. Vale recalcar que este consenso -- en contraste con el consenso religioso que es dictado por quién sabrá quién y no es verificado con rigurosos experimentos -- viene simplemente de la exitosa repetición de experimentos y la verificación de la evidencia.
Tome usted un microscopio. Ponga un preservativo de látex. Mida las microscópicas perforaciones que tiene el látex. Apunte en una libreta las milimicras que posee cualquiera de las perforaciones. Ahora, coja un virus del sida. Póngalo en el microscopio. Mídalo. Ahora compare las dos medidas: la ciencia de hoy afirma que el virus del sida es 450 veces más pequeño que el espermatozoide. Si bien, los espermatozoides no atraviesan las perforaciones del preservativo, por supuesto, claro que los virus del sida lo hacen.
Excelente argumento -- excepto que cuando uno hace la prueba, sus palabras contradicen el resultado del experimento. Por un condón en buen estado, no pasa ni una molécula de H2O (más conocido como agua). Mal ha de pasar un virus (diez mil veces más grande, como usted lo ha dicho). Las porosidades pueden ser enormes comparadas con el virus, pero si el agua no pasa -- vamos, el helio molecular no pasa -- nada pasa (si usted supiera un poco más de física mecánica, sabría por qué sucede esto y por qué su argumento de la porosidad de la goma látex no es válido).
Mejor dicho: vamos a que la goma de las llantas de los neumáticos es porosa, y mucho más porosa que un condón -- ¡y aún así el aire (órdenes de magnitud más pequeño que el virus) no se escapa! Por lo tanto, sabrá usted disculparme, pero prefiero creer lo que puedo verificar con mis propios ojos y manos a un chisme que lo contradice.
E incluso si el condón se rompe, disminuye la probabilidad de contagiarse de sida, ya que la carga viral transmitida de cuerpo a cuerpo se transmite por la rotura únicamente -- ya usted sabe lo que pasa cuando una manguera tiene un caliche: no es como si el caliche permitiese el flujo de toda el agua dentro de la manguera.
Por otra parte, hemos de reconocer que la masiva difusión del preservativo, no determina una disminución del número de relaciones sexuales, sino, por lo contrario las facilita, las estimula, las incentiva.
Lo cual es excelente. Siempre y cuando esta gente haga uso del preservativo para cuidarse.
Sepa, además, mi estimado Bonil, que tras al difusión masiva del preservativo hay toda una industria con gigantescos intereses económicos, todo un capitalismo….;
Me parece que usted no entiende lo que es el capitalismo. Usted está describiendo un mercado. Cosa que, por supuesto, es perfectamente posible en un feudalismo, un capitalismo, un estatismo, una anarquía, un comunismo. El mercado nada de malo tiene, más bien son los actos individuales de la gente que son buenos o malos. Venderle a usted una manzana podrida diciéndole que está buena, o un condón roto diciéndole que no tiene caliche es fraude, una forma de robo, y es verdaderamente inmoral. Pero si los condones están buenos, pues, nada de malo tiene que yo le venda fruta sana a usted.
y, lo peor, ellos saben que el preservativo no preserva de nada,
Ya demostré que esto es mentira y usted puede repetir el experimento sugerido anteriormente si duda de mí. Le doy el beneficio de la duda: no use agua; use una botella de helio (el segundo átomo más pequeño) para verificar si se escapa o no.
y que, como dice el Papa, aumenta la pandemia (por la dos razones científicas que antes le he expuesto: matemática: dimensión de las perforaciones y estadística: constatación descripción y expresión numérica de los fenómenos sociales);
Extrañamente, la observación médica de poblaciones demuestra una correlación fuerte e inversa entre uso del preservativo y pandemia. Evidentemente lo que dice el Papa es mentira -- es tan falso como decir que el agua es seca.
y sin embargo, son tan criminales y tan genocidas, que por forrarse los bolsillos de dólares, empujan al mundo entero a la peor pandemia de la historia (tengo una colección de 5 DVD, sobre el tema).
Ud. llama criminal y genocida a la gente que, según usted, le está vendiendo mentiras a la gente que igual se enferma de SIDA. Bien pues, entonces es justo llamarlos a ustedes criminales y genocidas por propagar esta mentira. Sin embargo, no lo voy a hacer porque prefiero creer que ustedes están cometiendo un error grave pero sin mala intención.
La irresponsabilidad de las autoridades de salud del mundo entero, y también, por supuesto, de Ecuador, es espantosa. Tras esa irresponsabilidad, o está una tercermundista ignorancia o una tercermundista corrupción… Ellos viven del tópico, de lo que se dice, de los parámetros que difunde el Sistema social en el que lamentablemente estamos inmersos. Todos ellos tendrán que dar cuenta a Dios – no me fío nada de los ‘juicios de la Historia’, que son para morirse de risa – de la criminal irresponsabilidad con la que difunden en nuestro ambiente el uso del preservativo, con la consiguiente incentivación de las relaciones sexuales realizadas con la ‘ruleta rusa’ del preservativo. No por motivos religiosos, sino por simples razones de salud pública, la autoridad gubernamental debería informar a las gentes los peligros que comporta el uso del preservativo… Algo así como se hace con la campaña de difusión de al estrecha relación que hay entre el tabaco y el cáncer…
Fuera de que el tabaco causa cáncer (se lo dice un fumador), este párrafo es retórica; parece sabiduría, pero no lo es; suena a "verdadoso" pero lo que es, es serie de asertos de "sabiduría popular" que la evidencia simplemente no soporta. Por ser "verdadosidad" y no argumentación, no pertenece en una discusión inteligente basada en la evidencia y en la lógica.
Por supuesto, cualquier argumento que rece "tendrán que dar cuenta a dios" es obviamente una apelación a autoridad -- una de las 18 falacias estudiadas por Arthur Schopenhauer en El arte de la controversia -- ergo no es un argumento, y por tanto no amerita contestación.
Para terminar: son innumerables los y las pacientes de sida que cuando yo les he preguntado - claro, con toda mi intención - si usaron ‘protección’… Me miran con profunda tristeza y con una sonrisa cargada de odio e ironía me dicen: “Padrecito, el preservativo no sirve para nada…” Le invito un viernes a visitar conmigo a ‘mis’ enfermitos de sida – hoy mismo he estado con ellos –
Usted debería ya saber que la gente prefiere engañarse a sí misma y mentirle a los demás antes de reconocer que cometió un error que les costará la vida. No nos vayamos muy lejos y citemos las decenas de miles de personas que culpan a las vacunas del autismo, todas engañadas por un pseudocientífico cuya "evidencia" ya se demostró fabricada -- e incluso después de esto, estas decenas de miles de personas siguen creyendo esa falsa teoría. Me parece terrible, también, que usted cite el dolor de esta gente como argumento a favor de su equivocada tesis.
Mi punto es claro: lo que la gente reporta no es relevante para juzgar asuntos de realidad objetiva. Sólo la evidencia lo es -- los testimonios no lo son.
Venga, le recibiremos llenos de cariño en nuestro equipo… Venga, y verá cómo los enfermitos están equivocados – sí: están equivocados - cuando dicen que no sirve para nada: ¡Claro que sirve!, y muchísimo: para contagiarse ellos del sida; y sirve, sobre todo, para que muchos millonarios del primer mundo y del tercero, ganen más euros y dólares a costa de los millones de enfermos de sida que se fiaron del preservativo.
De nuevo retórica y apelación a las emociones.
Además, mi querido amigo: no sé si usted es casado, no sé si tiene hijas… pero si un chico le dice a usted, que va a tener relaciones con su señorita hija, no creo que usted le diga: “¡Ok; pero con preservativo!” Me imagino que, como padre digno que supongo será, le dirá al chico de turno: “Amigo, usted a mi hija no me la toca, hasta que sea su esposa, después de haberse casado con ella, como Dios manda… Mientras, ni con preservativo, ni sin preservativo”…
A ningún padre le gusta reconocer que su hija está teniendo relaciones. Eso nada tiene que ver con falsos dioses, moral o demás, sino con pura y llana psicología.
Y esto es lo que la Iglesia afirma como el mejor y único camino para preservar al mundo del sida… y de muchos otros males, tales como los hijos sin hogar… En esto, supongo que usted coincide con Dios y la Iglesia… Con mi respeto y mi afecto.
Coincido con ustedes que la abstinencia es preferible al sexo indiscriminado -- pero no acepto su maniqueísmo de dividir el sexo en dos, ya que hay infinitas escalas de gris entre el blanco y el negro que usted propone. Y por supuesto no coincido nada con ningún dios, puesto que mal puedo coincidir con algo que simplemente no está allí, no habla y con seguridad no se manifiesta en la realidad.